miércoles, 22 de febrero de 2012

Red light.


Mírate, patético, te has levantado cuatro paredes alrededor del corazón, hay un cuarto oscuro lleno de humo en la mitad de tu mirada, se consumen tus días lentos, dejas pasar y pasar los carros  frente de tu cuerpo inmóvil, dos dedos sosteniendo un cigarrillo que se quema agonizante sin que a nadie le importe, no lo sabes, pero tú eres ese cigarrillo, tan solo, tan consumido por el fuego en la mitad de mil  excusas  estúpidas. Los  edificios te absorben los pasos, piensas que sabes a dónde vas pero fíjate, no vas a ningún lado, mira, mírate, ese traje no te va a ser alguien mejor, calla, cállate, esas palabras no te van a hacer alguien mejor. 

Ya viste, alguien al final del semáforo te está sonriendo, sé que la ves, no puedes cruzar la calle porque el semáforo está en rojo, piensas que quieres cruzar, ¿Sabes? Ese semáforo podría estar verde, pero mira, no es ella, eres tú, estás en un trancón de palabras y los semáforos de tu alma ya no sirven. 
 

jueves, 16 de febrero de 2012

Dear Pluto:

Pluto, Plutín, te has llevado mis manos, mi boca entera, te has  quedado con mi voluntad resbalándote entre los dedos como arena seca. Tú no entiendes nada, dices que no siento, lo que pasa es que eres bueno para escuchar, no para observar; yo soy buena con los gestos, las maniobras gráficas, no con las palabras. Necesito que me mires, mira los taconcitos negros que me compré para poder salir contigo a restaurantes elegantes, mira mis aretes, me acerco a tu rostro esperando a que percibas mi perfume nuevo, quiero saber si me ves Pluto, estoy aquí como una flor plantada en la tierra esperando a ser arrancada de raíz.

No sabes cuánto tiempo esperé encerrada en mi habitación con los libros rodeándome el mundo, aguardé a que vinieras y me salvaras de las fantasías que se convertían en una  realidad alternativa, en el plan B para escapar de la rutina, plan que abordé porque llegaste. Me dices que yo te he salvado, pero parece que la heroína no soy yo, no quiero actuar para ser la víctima, eso no lo puedo hacer porque yo nací víctima ¿Cómo fingir algo que ya soy? Tú no eres víctima Pluto, crees que sí eres pero no, no eres nada de eso, quieres pensar que eres víctima porque te da miedo ser héroe, te da miedo porque los héroes son los que hacen todo el trabajo sucio, todos queremos ser salvados. Tú quieres que te salven y nunca lo han hecho, tú crees que sí pero no, tú salvas gente creyendo que la gente te está salvando a ti Plutín.

No le amarres corbatas al corazón, no le pongas smokings absurdos, aquí no hay formalismos, hay lo que hay, tú sabes lo que es eso, lo sabes, somos tú y yo, yo y tú, you and i, tu et je, sie und ic, você e eu,あなたと私, te és én, du och jag.






sábado, 4 de febrero de 2012

Hacer.

“Uno no puede andar por ahí contando las cosas de la casa” Dice  mamá mientras limpia el polvo de las porcelanas que descansan encima de la chimenea, horribles porcelanas, pobre mamá, yo ni hablo con la gente, no hay oportunidad para andar contando “cosas de la casa”. Ella solo sabe lo que todos deben saber, yo sólo me quedo mirándola mientras echa carreta sobre filosofías que supone son correctas.

Mi balón rojo rueda por la casa, por aquí y por allá, dejando caminos invisibles en la madera del suelo,  la fuerza de mis manos empuja el balón haciéndolo bailar por los cuartos y la cocina,  es algo tan simple que hace de la simplicidad una ciencia perfecta que desinfecta mi mundo infectado de complejidades complejas.

Los avioncitos chiquitos, la vecina, la niña de los zapatitos rosados, yo divagando en mis universos y mi mamá interrumpiendo: Frank esto, Frank aquello, no ensucies la ropa, no rompas tus juguetes, cepíllate los dientes, pórtate bien, no veas tanta tele, haz tu tarea;  Es como si tuviese una obsesión enfermiza de querer verme hacer algo siempre, como si el hacer fuese lo único que te hace una buena persona.  Mamá no sabe todo lo que se hace y se crea dentro de mí, detrás de mis ojos, mi boca y mi nariz están pasando muchas cosas; tengo grandes sueños en los cielos, con los pilotos, con la niña de los zapatitos rosados, y mi progenitora siempre los arruina todos diciéndome: “Frank, solo eres un niño”

¿Cuál es el problema de los adultos? Tal vez quieren arruinarnos la diversión a los niños porque a ellos ya se les olvidó cómo divertirse.  Yo creo que nosotros los niños ya tenemos suficientes preocupaciones con los monstruos que viven bajo la cama.