martes, 25 de junio de 2013

El punto medio.

Estás todo unido  al  el éter que mantiene juntos
al núcleo y los electrones,
tejiendo en su minúscula existencia,
los extraordinarios y pequeñísimos
destellos de tu sonrisa.

No sabes cómo me deleita
escuchar el sístole-diástole
de tu corazón,
que acelerado parece crear
un movimiento vibratorio armónico simple.

Entonces,
tu pulso es oscilatorio en ausencia de fricción,
producido por la acción de una fuerza opuesta.

¿Es esa fuerza nuestra risa en la mitad de la calle gris?
o es sólo que te has percatado
de que a veces  te observo de lejos,
esperando un punto medio equidistante 
entre nuestras miradas. 


viernes, 7 de junio de 2013

Me pregunto si alguien escucha los deseos que dejé en el viento, esos que viajan por encima de los árboles, suenan las ramas crujiendo, las voces de muchas personas cometiendo soliloquio.   A veces quiero quitarme la sonrisa y regalársela a alguien que si necesite cosas postizas, así esperaría por la mía, pacientemente, sin que los demás me presionen por tener una buena actitud hacia todo, hacia todos, cuando ellos en el fondo se sienten igual. El otro día me encontré contigo en el centro comercial, quise mostrarte el cielo púrpura de mis sueños pero hablaste demasiado y no escuchaste, me quedé con las manos moradas, impacientes, esperando, sin poder hablar ni abrir los dedos, así que fumé y te miré con ternura, comprendiendo que tú no necesitabas escuchar eso. Te pregunté sobre el viento, sobre las voces que descansan en él, esas voces llenas de órdenes, de odio, de amor que mueven los árboles, todas hablando y hablando ¡Y hablando! Pero tú no escuchas nada, nadie escucha nada y tengo que dejar de hablar porque no tiene sentido que yo intente mostrar algo a las personas que no ven.

Por eso, me siento dichosa cuando alguien se atreve a decir algo que tal vez otros nunca piensan, porque es allí cuando se encuentran los secretos similares, ocultos tras los pétalos azules del inconsciente, uniendo dos tardes distintas en una sola con un café caliente, una larga conversación, una comprensión casi transparente.